La Coordinadora Ecologista Almeriense ha presentado a la Delegación Territorial de
Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul en Almería alegaciones a la
“Modificación del P.G.O.U. de Mojácar” que este Ayuntamiento pretende desarrollar
para establecer condiciones particulares de las edificaciones en suelo rústico existentes
anteriores a la Ley 19/1975 en las zonas ZEC Sierra Cabrera-Bédar y Ámbito Serrano.
El Ayuntamiento de Mojácar aboga por permitir adaptaciones en las viviendas que
amplíen la superficie construida y tengan afecciones al entorno, siendo esto reconocido
como negativo en el propio Documento Ambiental Estratégico de dicho expediente:
“permitiendo establecer condiciones de mejora de habitabilidad, higiene y confort, las
cuales puede conllevar ampliaciones de superficie construida, la cual puede afectar a
diferentes aspectos como suelo, fauna, vegetación, cauces, etc.”
Desde la Coordinadora Ecologista Almeriense consideran inaceptable que se dé vía libre
a tales modificaciones en lugar de abogar por la alternativa 0, que las impediría,
máxime en un municipio tan degradado, con numerosas especies de flora y fauna
amenazadas, con un ayuntamiento bien conocido por su afán destructor y especulador,
y en pleno auge del Cambio Climático y la crisis planetaria de Biodiversidad.
Consideran, asimismo, inadmisible que ni siquiera se contemplen rigurosas limitaciones
o prohibiciones a la hora de ampliar las construcciones existentes, lo que abre la vía de
convertir viviendas actuales en otras de lujo más grandes con fin especulativo y con
múltiples afecciones en la suma de accesos, infraestructuras, edificación, jardines,
piscinas, y otros tipos de instalaciones posibles.
Señalando, también, que existe un riesgo más que razonable de que se utilice esta
modificación para crear intervenciones inadecuadas y dañinas con el fin de aumentar el
valor, y de especular con viviendas existentes, mucho más allá de mínimos
acondicionamientos que fueran necesarios.
Ante todo esto, desde la Coordinadora Ecologista Almeriense proponen que se
establezcan unos criterios mucho más estrictos que impidan futuros daños
ambientales y especulación, en función de necesidades reales, concretas y
demostradas de adaptación de edificaciones para condiciones básicas de uso
compatibles con la calificación de suelo rústico y protegido.▄